Análisis
sobre la actualización y recurrencias del mito Antígona en Retratos
de familia
Juan
Pablo Monroy Quintero
¿Cómo la elección de las madres de
Soacha implica un acto de libertad? En qué acciones se revelan.
El concepto de
libertad se fundamenta principalmente en la posibilidad que se tiene de elegir.
Siempre que una persona pueda escoger su destino, se considera que manifiesta
su libertad. Aunque, el concepto resulta ciertamente inverosímil en campos como
el de la política y las organizaciones sociales.
En efecto, cuando la
posibilidad de elegir libremente nuestro, quizás, más alto nivel de libertad:
la vida o la muerte; es coaccionado o decidido por otros, se estaría hablando
del acto totalmente opuesto a dicho concepto. Así las cosas, el “atentado contra la libertar
de vivir” cometido contra sus hijos, llevan a sus madres a “ejercer su
libertad” para saber la verdad alrededor del crimen.
Para responder a la
pregunta “¿cómo la elección de las madres de Soacha implica un acto de
libertad?” es necesario contrastar las dos libertades mencionadas mediante un
esquema sencillo de causalidad que nos permita ver las implicaciones de su
decisión, dado que, así como para la luz existe la oscuridad, la libertad se
ejerce a partir de lo que se oponga a ella. En otras palabras, la libertad de
expresión es tangible en la medida en que exista la posibilidad de no
ejercerla.
Como se puede
observar, hay una causa que origina la acción de las madres, sin la cual no
habría reacción ni necesidad de actuar. Este detonante acciona el “instinto
natural” de cualquier ser humano por saber la verdad, no obstante, dicha verdad
tiene una implicación – la institucionalidad se podría ver afectada –
paradójicamente aquella que se encarga de garantizar la libertad del territorio
nacional. Así las cosas, se genera una nueva reacción: los implicados no
quieren que se sepa la verdad.
Es este precisamente
al “agente opositor” o “condicionante de libertad” que hace de las acciones de
las madres de Soacha un acto de libertad, libertad de expresión y libertad para
exigir la verdad sobre los hechos ocurridos alrededor de la muerte de sus
hijos.
Las acciones que
revelan su ejercicio de libertad son:
- Denuncias reiteradas de desaparición
ante las autoridades.
- Investigaciones independientes y
personales por el paradero de sus hijos.
- Asociarse tras una misma causa.
- Exponer su caso ante la opinión pública
pese a las amenazas.
- Llevar los casos a instancias
judiciales.
- No reunirse con el presidente.
- Seguir actuando en favor de las
víctimas en casos similares.
¿Cómo al igual que en la historia de
Antígona, sus vidas florecen a través del sufrimiento, y ganan en valor y
trascendencia?
Un aspecto fundamental de la tragedia
de Antígona y Edipo es que en ambos casos las causas de sus acciones son
superiores a ellos, es decir, los “atentados contra sus libertades” carecen
totalmente de culpa, por un lado Edipo desconocía su origen real y, por otro,
Antígona no tiene culpa de su pasado, su origen. De alguna manera el destino
lleva a cabo su plan a pesar de los intentos de sus protagonistas por evitarlo.
Las madres de Soacha, también tienen un
factor involuntario común: pertenecen a un sector vulnerable de la sociedad y a
un territorio carente de oportunidades. Este punto de partida inmediatamente
activa una sensación de identificación o reconocimiento típico de la tragedia.
A esto se suma su condición de madres con emociones y comportamientos
arquetípicos.
Como en el mito, las
madres no tienen voluntad en el que me atreví llamar “atentado a la libertad”,
Edipo, Antígona y las Madres de Soacha, son víctimas, en primer lugar, por el
desconocimiento de la situación (involuntario origen en Antígona) y, en
segundo, por los efectos que causarían en sus vidas dicho desconocimiento.
El periplo de las madres que comienza con las
primeras y fallidas denuncias de desaparición de sus hijos, desencadena una
serie de acciones necesarias, impulsadas por el amor de madre. Hasta este punto
el conflicto es interno. Cada madre desde su lugar actúa. Cuando, pasado un
tiempo, las denuncias de varias madres sumadas elevan el conflicto a nivel personal,
aquí las madres apenas empiezan a comprender la magnitud de su tragedia.
Posteriormente, cuando los indicios apuntan a una intervención criminal
estatal, el conflicto se vuelve “extrapersonal”.[1]
Lo anterior
representa desde una perspectiva narrativa el recorrido que hace un personaje
en su proceso de confrontación al conflicto. Tal y como se ha visto en el mito
de Antígona donde su condición de heredera de un legado incestuoso la afecta en
su personalidad, conflicto interno, la muerte de su hermano y el problema con
la hermana por su manera de actuar, conflicto personal, y finalmente la
confrontación al sistema mediante un acto anárquico, conflicto extrapersonal.
Entonces, se puede
argüir que sus vidas florecen a través del sufrimiento, y ganan en valor y
trascendencia, en la medida en que sus más profundos sentimientos de dolor
alimentan un deseo de reivindicación o justicia que pasa de ser un asunto
individual para convertirse en uno colectivo. La consecuencia de sus acciones
no afecta únicamente su necesidad de saber la verdad, en el caso de las madres,
o su ansia de justicia y honor, en el caso de Antígona; sus acciones ahora revelan
el estado “enfermo” de una sociedad que
condena “injustamente” a un grupo social. Con la carga emocional de la pérdida,
sus acciones ahora son el síntoma de una sociedad descompuesta que se hace
visible, cuestionable, reprochable.
De manera que sus acciones, motivadas
por el dolor, permiten que una sociedad entera pueda llegar a percibir la magnitud
de las atrocidades que se pueden realizar en nombre del establecimiento y
puedan tomar acciones colectivas para intentar cambiarlo, es el nivel más alto
de trascendencia, inspirar a otros para actuar de una manera diferente.
Enuncie una anagnórisis o
reconocimiento en la historia que se narra en el documental
Es inevitable pensar en la más atroz y
triste, por encima de saber que sus hijos fueron asesinados, la peor revelación
es que fue a manos del estado.
¿Cómo logran estas madres desentrañar
los mecanismos del poder y la relación de la víctima/victimario? ¿Cómo se
oponen al discurso del poder y a la ley del Estado que va más allá de violar el
derecho a la inhumación de sus hijos? ¿En qué escenas particulares?
El primer elemento que da fuerza a
estas madres es la unión. Cuando, luego de saber que varias denuncias con las
mismas características reposaban en la fiscalía, entienden que sus historias
pueden tener un lugar común, encuentran en sí mismas el apoyo necesario para
llegar a las últimas consecuencias.
El uso de los medios de comunicación
como recurso de denuncia. Unas mujeres anónimas de un sector vulnerable de
Bogotá no tienen oportunidad de hacerse escuchar ante una situación tan
compleja. Son los medios los que dan eco a sus voces, en ese momento. La
situación se vuelve algo de interés nacional, de opinión pública, que es el
principal miedo de una democracia frágil y embustera donde la imagen y la
opinión son sus principales métodos de popularización.
La negativa de las madres a reunirse
con el presidente en su despacho es quizás el ejemplo esclarecedor de oposición
al poder. No se prestaron para hacer de su caso, una bandera política blandida
desde el cinismo. Por el contrario, y de nuevo con la ayuda de un recurso de
comunicación masiva, crearon un documento fílmico que pasará a la historia como
un elemento discursivo que ayudará a comprender ese oscuro momento del país.
¿Cómo desafían el poder patriarcal, al
proponer que la historia de sus hijos salga a flote?
El ejercicio del
poder se legitima con el uso de la fuerza, en nuestras sociedades en desarrollo
la fuerza puede provenir no solamente del estado, o al menos, no de manera
oficial.
“El lado oscuro de la
fuerza”, parafraseando un clásico del cine, se ejemplifica en las amenazas que
recibieron las madres de Soacha, hasta incluso acabar con la vida de otro de
sus hijos quien también estaba en busca de la verdad. Si hay algo peor que
ejercer la fuerza, es hacerlo a escondidas, anónimamente, un proceder típico de
un criminal.
Es así como un puñado
de mujeres en un acto aparente de rebeldía ponen en vilo a un sistema que se
precia por su ejercicio “varonil” de la fuerza y el control.
Siendo la paradoja una parte esencial
del mito ¿cómo actúa en Antígona y Retratos de
familia la paradoja?
La aparente
fragilidad e indefensión de la figura femenina, sometida por los esquemas
patriarcales que les impiden ejercer su libertad, sumado a sus condiciones de
vulnerabilidad y condenación, hacen de las madres de Soacha y Antígona, unas
mujeres incapaces de realizar algún tipo de acción que pueda poner en aprietos
a un sistema.
Considero entonces
que la paradoja se centra en cómo unas víctimas en ese estado de indefensión
pudieron llegar a generar tal impacto no solo en la figura del estado como
ostentador del poder, sino en una sociedad que estaba sedada con las maneras de
actuar y ejercer el poder de un gobierno violento y militarista.
¿Cómo logran estas mujeres trabajar en
la lucha por la verdad, la humanización de la justicia y la abolición de la
crueldad y de la barbarie?
El
trabajo, considero, es una consecuencia. Inicialmente se trata de una reacción,
un desesperado intento de reivindicar la justicia, el honor, la libertad. No
obstante, a medida que avanza la tragedia, las mujeres trascienden la
percepción de sí mismas y logran comprender que su causa las supera, su causa
ya no es suya, es de todo un país que está harto de los atropellos a la
justicia, al honor y a la libertad. Es entonces donde empiezan a ejercer la
labor, incluso una de ellas dice algo como “yo ahora soy defensora de los
derechos humanos y ayudo a otras personas con mi experiencia”. Implícita en
esta frase está la conciencia de que “antes no lo era”, o por lo menos no era
su misión en la vida. Tristemente la tragedia tiene la capacidad de permitir
que en los escombros siempre haya esperanza, tristemente pero afortunadamente,
porque de lo contrario viviríamos en un mundo lleno de… o mejor, vacío.
Con
la experiencia adquirida las madres de Soacha logran trabajar
en la lucha por la verdad, la humanización de la justicia y la abolición de la
crueldad y de la barbarie mediante la aplicación de los aprendizajes de su
propia experiencia, adaptándolas a las nuevas y recorriendo caminos conocidos
para construir unos nuevos que permitan que eso por lo que luchan, nunca vuelva
a ser siquiera concebido.
[1] Robert Mckee en su libro El Guion, propone tres niveles de
conflicto: Interno, Personal y Extrapersonal
En nuestro tiempo los mitos cobran vida a través de los eventos y algunas veces por las acciones incorrectas e innecesarias que han ejecutado líderes al rededor del mundo, desde el origen de lo que actualmente llamamos tiempo, tristemente en su gran mayoría los mitos surgen de la tragedia. Sin la tragedia la esperanza no existiría.
ResponderEliminarViaje Bueno.
"Sin tragedia no hay esperanza" que buena premisa.
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