Reseña crítica
Por Juan Pablo Monroy Quintero
No siempre la fórmula de un triángulo amoroso es ganadora. Para que exista
cierto grado de interés en estas tramas de atracciones fatales se debe centrar
el foco precisamente en los grados de deseo y culpa que experimentan los
personajes, y es en este punto donde El cartero siempre llama dos veces
trasciende.
Cora Smith, interpretado por Lana Turner, representa a una mujer con los
elementos clásicos del cine negro (film noir), belleza, ambición y pocos
escrúpulos. Con la inverosímil apariencia glamorosa de una dama burguesa que se
dedica a atender un restaurante que en algún momento se vuelve un bar. En el
establecimiento comercial se teje una historia con tres personajes cuyas
motivaciones van de la curva descendente del abuelo “bonachón”, Nick Smith, que
ya no le presta mucha atención a su negocio ni a su esposa, pasando por la
necesidad de una bella joven para asegurarse un futuro a través de la fortuna
de Nick, hasta las aspiraciones inconexas de un joven andariego que casualmente
llega al lugar indicado para trabajar y perseguir sus instintos masculinos.
Con este pequeño universo, el director Tay Garnett logra sembrar una
necesidad voyerista de ver cómo estos nuevos enamorados podrían salirse con la
suya, llevándolos de la atracción y el enamoramiento al compromiso, para luego
ponerlos en contra cuando en la carretera Cora entiende cómo sería su futuro si
se va con Frank, y de allí unirlos en el siniestro plan que los llevará en un
espiral descendente que los pondrá frente a frente con sus peores miedos y
complejos.
En este film se reafirma el concepto que dice que lo importante en el cine
negro no es el crimen como tal sino el hecho del crimen y sus implicaciones afectivas
y morales. En este caso, la premeditación “espontánea” e involuntaria del
crimen se hace realidad posteriormente cuando a la protagonista se le ven
amenazados sus planes para, como dice ella, “ser importante”, y aunque no
parece tener el carácter de una asesina, su deseo será más fuerte que su moral.
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