Todo
fue blancura. Abrió los ojos y recordó que cuando era niña no soñaba, no lo
necesitaba. Con la mirada puesta en el espejo trata de encontrarla, pero la
niña juega a esconderse detrás de sus ojos. Juega a sentirse feliz. Juega a
olvidarse de todo para percibir lo importante. Al otro lado del espejo la niña
escondida detrás de sus ojos le devuelve una sonrisa.
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